Cuando dos personas se separan o se divorcian los hijos se ven siempre involucrados de una u otra forma. Depende de los dos padres evitar un daño mayor a sus hijos y siempre innecesario.
Los menores no son responsables del divorcio, no se les puede hacer elegir entre un padre y el otro, porque os quieren a los dos, ellos son solo dos víctimas que nada de culpa tienen respecto de lo acontecido.
Os dejamos un vídeo para que os ayude a reflexionar sobre este aspecto y como la mediación familiar os puede ayudar: